La composición corporal hace referencia a los componentes que forman nuestro organismo. Pero en particular a la grasa corporal, el hueso y la masa muscular. En este artículo me centraré básicamente en el papel del tejido adiposo como órgano endocrino, en como el sobrepeso y la obesidad son responsables de entre el 10%-15% de las muertes de personas con cáncer. Creo que ya no es un secreto el hecho de que la inflamación de bajo grado y el tejido adiposo son causas que favorecen la aparición de esta enfermedad. Es por ello que mantener un estilo de vida saludable, un peso adecuado y un porcentaje de masa grasa bajo son indispensables para prevenir la enfermedad y evitar una recidiva.
En cuanto al hueso podéis leer el artículo de osteoporosis y en relación a la masa muscular tenéis el de sarcopenia. Como comentaba anteriormente, mantener unos niveles de grasa dentro de unos rangos saludables es primordial. Esto se debe a que el tejido adiposo favorece muchos procesos bioquímicos y moleculares que pueden facilitar el desarrollo y aparición del cáncer. A continuación, nombraré unos cuantos que están descritos en la literatura científica:
Como se observa el tejido adiposo es un gran enemigo y problema en cuanto a la enfermedad. Quiero destacar por otra parte que los resultados preliminares de varios trabajos en seres humanos y ratones sugieren que la pérdida moderada de peso por sí sola puede no ser suficiente para revertir completamente los efectos de crecimiento tumoral de la obesidad crónica. En mujeres obesas, por ejemplo, sólo aquellas que perdieron al menos el 20% de su peso corporal mostraron cambios claros en los biomarcadores asociados al cáncer de mama.
La idea de que la prevención de los cánceres relacionados con la obesidad depende del IMC debería cambiar, ya que se ha visto que es más por la cantidad de tejido adiposo que se asocia a la desregulación metabólica que por el peso total. Se considera que el 20 por ciento de las personas con normopeso son metabólicamente insalubres y con mayor riesgo de cáncer.
En relación a este último punto quiero mencionar que este mismo año se publicó un estudio en el cual se hacía referencia a esta misma cuestión. Se nos habla de anormalidades cardiometabolicas en sujetos con pesos supuestamente saludables o IMC normales. Es por ello que a la hora de pensar en salud debemos ver la cantidad de grasa y músculo que posee nuestro cuerpo independientemente del peso. Esto hace que medir la composición corporal y los perímetros de cintura y cadera sea fundamental a la hora de estratificar este riesgo.
Por último quiero mencionar que aquel tipo o modalidad de ejercicio físico que ha demostrado mayores mejoras en la mejora de la composición corporal es nuevamente el entrenamiento de fuerza por todas las propiedades que se le confiere. Entre las primeras y sin entrar en detalle debido a su capacidad para estimular la masa muscular y ser un potente agente antiinflamatorio contrarrestando todos los procesos fisiológicos que hemos comentado que tiene el tejido adiposo. A su vez hay varios estudios como los de Claudio Battaglini y Robert Newton que dan a conocer cómo el entrenamiento de fuerza es capaz de mejorar la composición corporal en personas que están con terapia de deprivación hormonal o quimioterapia como tratamiento por su cáncer. Destacar que estos tratamientos hacen que las personas ganen masa grasa con más facilidad. Es por ello que un programa de ejercicio físico que conlleve entrenamiento de fuerza es primordial tanto durante como después de los tratamientos.
En siguientes artículos comentaré cuales son los factores a nivel general que hay que tener en cuenta para poder generar esta pérdida de peso graso que es tan relevante y muchas veces difícil de conseguir. De manera resumida podríamos hablar de llevar una vida activa, aumentar el consumo de proteína para estimular la síntesis proteica además de aprovechar el efecto termogénico de este macronutriente y realizar entrenamiento de fuerza de 2 a 3 veces en semana para aumentar la fuerza y masa muscular, a parte de perder tejido graso.
REFERENCIAS: